6. Los productos autóctonos

Como todo lo que escribo, se refiere a la isla de Fogo que es, por ahora, la única que conozco. La zona que más produce es el norte de la isla, en la que yo me encuentro. Diría que, con su producción, un caboverdiano casi subsistiría.

Empiezo por la alimentación fundamental del caboverdiano: los frijoles y el maíz se dan bastante bien, siempre que la lluvia acompañe. La temporada de lluvias son los meses de julio y agosto.

A principios de julio, se abren pequeños hoyos, que son los que recibirán las semillas. El campo se convierte en una especie de pequeños cráteres.

En cuanto caen las primeras lluvias, todo el mundo marcha a sembrar, niños incluidos. Es curioso que siembran juntos el maíz y los frijoles. Si las lluvias son continuadas, enseguida empiezan a germinar las semillas y se pasa a la fase de limpiar bien los campos de hierbas. No hay pesticidas ni productos químicos que valgan, pura azada. Ahora mismo estamos en esa fase. Ya se ven las matas de frijoles y despuntan los tallos del maíz.

Estos son los muros que construyen para hacer parcelas

Si las lluvias no acompañan hay que realizar el riego a mano, cubo a cubo. Ya os expliqué anteriormente cómo se transporta el agua en burros y bidones. Este año hay zonas en las que no ha llovido y no se ha llegado a sembrar. Gran problema.

Fuera de la intervención humana, la isla produce numerosos frutos tropicales: papaya, mango, jaka y aguacate. Las plataneras son también abundantes. Dan un plátano más pequeño pero muy dulce y sabroso. En el mercado se vende a unos 10 céntimos caboverdianos (no llega a 10 céntimos de euro).

Papaya
Papaya
Jaka
Jaka

He visto también árboles de anacardo, pero no son muy numerosos.

Anacardo
Anacardo

Hay bastantes higueras pero no se recoge el fruto porque los higos están llenos de bichitos.

Hay vides y las uvas se utilizan para hacer vino y para consumo. Es una uva pequeña. El vino que se produce en sus variedades de blanco, rosado y dulce, que son bastante aceptables; el tinto, ya no tanto. Su precio no es barato pues la producción es corta. Hay dos zonas que producen uva y vino. La zona del volcán llamada Chas das Caldeiras y la otra está cerca de la zona donde yo vivo, en un pueblo llamado Achada Grande.

Con los productos que da la tierra se produce un trueque entre los propietarios de las tierras (yo tengo papaya y te cambio por bananas), aunque en los terrenos se ve que hay variedad para tener un poco de todo. Los que no tienen tierras, es normal que cambien productos agrícolas por mano de obra.

Parte de la producción se vende en los mercados locales y hay muchas mujeres que van vendiendo por la calle. El consumo directo entre los niños es constante. Es muy normal verlos trepar a los árboles para coger el fruto y comerlo directamente.
Creo que el mango es el único que se acaba pues ves a la gente comerlo a todas horas. Los niños lo comen incluso verde.

La distribución de la fruta es un problema pues no hay medios para ello y, en muchas ocasiones, el fruto se queda en los árboles. Hay islas que hacen lo que nuestros agricultores: tiran los productos, por no tener medios para comercializarlos y en señal de protesta, por las pocas ayudas gubernamentales.

Un comentario Añadir valoración

  1. Mar dice:

    Uhmmm este Post me encanta ! Qué lujo contar con esas frutas y legumbres uhmmm
    Una pena que tengan que tirarlo y no puedan exportar ..
    Un abrazo !

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